miércoles, 29 de abril de 2009

Una nueva incorporación al equipo

De la mano y de la inteligente sensibilidad de Pedro (Hopeless) nos llega la digitalización del umiaq:




Y por si fuera poco, un magnífico análisis de los datos obtenidos. Tratándose de la cualificada opinión de alguien que ha digitalizado y clasificado un buen montón de pequeñas embarcaciones, sería ingrato guardarnos sus comentarios sólo para nosotros. 
Recorto y pego:
...yo creo que lo que ha salido es sensato. Probando con desplazamientos equivalentes a unos cinco tripulantes el calado que resulta no parece muy diferente a lo se ve en tus fotos...
...Para obtener una curva "buena" habría que decidir lo primero a que altura sobre la quilla está el centro de gravedad, cosa a la que con este trasto no me atrevo y luego hacer algún cálculo más. Sin embargo, no creo que importe mucho ya que lo que si dicen estos datos es que por encima de unos 35 grados  con 465 kg y de 25 grados con 971, las bordas ya se sumergirían. Sinceramente, no creo que el umiaq (bien estibado, claro) hubiera volcado por debajo de estas inclinaciones. Al menos, no muy por debajo...
...Me ha llamado la atención el relativamente poco esfuerzo que requiere llevar este barco, incluso bastante cargado, hasta unos 4 nudos. Más deprisa ya es otra historia, pero 4 nudos ya es una velocidad que, mantenida, rinde... Y teniendo en cuenta que ese esfuerzo se repartiría entre varios remeros, sugiere que una tripulación podía remar bastantes horas al dia a buena velocidad sin cansarse, y transportando cargas considerables. Eficiencia, vaya. Cosa que con los antecedentes de sus creadores no tendría que ser sorpresa... Eso sí, me pregunto hasta que punto toda esta teoría coincide con vuestras sensaciones... B-)...

Amén!

Espero encontrar tiempo, antes de partir, de recopilar los datos recibidos y distribuirlos en un formato póster, como deberíamos haber hecho antes de empezar (como haremos en el próximo proyecto, sea el que sea, si Pedro sigue teniendo la paciencia de aguantar las tonterías de dos tipos que se van esquimalando por momentos)

Mil gracias!

viernes, 10 de abril de 2009

La abuelicidad

Tener nietos no te convierte en abuelo en la misma medida en que tener un piano no te convierte en pianista. Hay que dedicarse a ello. 
Javier, que ya ejercía de abuelo de los nietos de otros, vive intensamente su abuelicidad y ya prepara con esmero el futuro viaje de su nieta a Groenlandia. Martina podrá leer, en su día, el nombre que su abuelo, armado del imprescindible paraguas del abuelo y de la caligrafía aprendida en la infancia, le grabó en un barco. 
Bonita herencia.

ojos críticos

Finalmente, se botó.
 Entre los múltiples asistentes al evento ninguno que, o directamente o por "unidad familiar",  no hubiera construido un qajaq por lo menos! Venidos además de bien lejos: groenlandeses gallegos, de Oropesa,  parte de la tribu catalana... Daba un poco de miedo observar tantos ojos expertos escaneando el umiaq. En tierra pareció merecer su aprobación. En el agua, cargado y probando estabilidades... los ojos expertos empezaron a ponerse bizcos intentando prever por cual de los costados zozobraría. 
Aprendimos muchas cosas, que era de lo que se trataba además de lo festivo:
  1. El umiaq nos recordó lo importante que es una correcta estiba, y más en un bote de su tamaño. En resumen: si sólo se carga en los bancos no caben más de cuatro sin riesgo de la estructura y de la estabilidad. Si la carga se distribuye bien, en cambio, se puede cargar tanto como se quiera. Se trata de mantener el centro de gravedad bajo, evidentemente. Con la mayor parte de la tripulación sentada en el suelo llegó a llevar hasta más de diez veces su peso, que no está nada mal para una estructura de unos 70 quilos. Con sólo dos o tres tripulantes resultó ser muy rápido, estable y manejable. 
  2. Un buen palista no es necesariamente un buen remero. Hay que mejorar el sistema de escálamos y estrobos para adaptarlo a remeros inexpertos, que éramos casi todos.
  3. Si alguien se cae (o se tira!) al agua no es fácil volver a embarcar.
  4. Como en los qajaqs, la flexibilidad es importante. Ramón Larramendi llevaba toda la razón al valorarlas como embarcaciones fáciles de reparar in situ. Además se pueden romper elementos sin que se resienta el conjunto. Las bridas de nylon no son ni la mitad de resistentes que una simple ligada esquimal.
  5. Cabeza abajo proporciona abrigo suficiente por lo menos a seis personas (talla europea).
  6. Durante el proceso de construcción nos hemos reído mucho de los que menosprecian las "tecnologías primitivas".  Ahora todavía nos reímos más.
  7. ...
Me tranquilizó constatar que al final de la jornada en los ojos expertos brillaba la satisfacción por la experiencia vivida.


jueves, 2 de abril de 2009

Logística

Ya hay fecha para el transporte. A mediados de abril Chema, Javi y Sonia se lo llevan en furgoneta hasta Dinamarca, donde embarcará con destino a Narsarsuaq. La fecha prevista de llegada es... cuando el hielo lo permita. De momento lo que permite el hielo es que los inuit de la zona crucen el fiordo en coche!

Después de la botadura mediterránea (prevista para el domingo, 5 de abril) tendremos que desmontarlo y empaquetarlo. Yo creo que les cabrá en la furgoneta, incluso sin tener que sacar el oso.


Normal, todo muy normal.

(in)estabilidad

Tal que así debería lucir en el agua, a falta de inventarnos algo parecido a unos escálamos, de pulir los acabados de la lona y de acabar de colocarle los veinte quilos de "parquet" que nos hemos sacado de la manga para pisarlo a gusto y con gracia.
La duda es si lucirá más bien como en la foto siguiente. No hemos tenido tiempo (ni la habilidad suficiente) de introducir las medidas en el freeship para comprobar la estabilidad, el desplazamiento y todas esas cosas. Confiaremos en el buen hacer de los inuit a quienes hemos copiado. Lo demás, puro empirismo: el desplazamiento se calculará pesando a los tripulantes que quepan hasta que empiece a entrar agua (más los 82 quilos del barco), la velocidad de casco será la que llevemos cuando los remeros empiecen a insultar al timonel, la línea de flotación la marcaremos con un rotulador en lo que quede seco (si queda algo)... y así con todo. 
La estabilidad... esperemos que algo más que la que tiene sobre unos rulos neumáticos.


miércoles, 1 de abril de 2009

Vaya tela II

Al final la tela no se ha dejado poner en una sola pieza. Han sido dos laterales, el fondo y dos triángulos en lo que nosotros hemos venido a llamar las zonas del tanga, en un alarde de terminología náutica. Precisamente en la foto se aprecia cómo Javier está encolando la zona del tanga de proa. De fondo cantábamos una canción alegórica, de escasa letra, sobre algo de un "tanga del revés" que sólo recordarán los más entrados en años y versados en chabacanerías. Lo que aquí se le ve es el fondo aún por encolar.
La cola, por cierto, se ha comportado de maravilla, al menos por el momento. Admite mil formas de uso, aunque ninguna inodora. La compramos a granel, en un proceso digno de Dickens, pero eso ya es otra historia.