domingo, 29 de marzo de 2009

ollaos


Pues resulta que lo que nosotros llamábamos ojales (y "ojetes" en los malos momentos) se llaman, en realidad, ollaos. Y se colocan con la maquinita que nos hemos agenciado. Afortunadamente, porque, con las pruebas, llevamos ya más de un centenar de ollaos-ojales-ojetes colocados. 
Tiene un aspecto irresistiblemente clásico, funciona a la perfección y es un diseño de cuando todavía se ponían nombres de verdad a las máquinas.

Martina


No sé si los umiaqs árticos llevan nombre, pero los mediterráneos seguro que sí. Además, aquí las embarcaciones suelen llevar nombres de mujer, hasta el punto de que al matricular una embarcación te dicen que todos los nombres de mujer están ya ocupados, que te vayas inventando algo. Nosotros no vamos a matricular el umiaq, pero sí que le pondremos un bonito nombre: MARTINA. 

La Martina de la foto es la nieta de Javier. Nació éste miércoles, mientras Javier estaba en mi casa, salido ya de cuentas, y más centrado en su inminente abuelicidad que en el trabajo. Pesó sus buenos cuatro kilos. Y... fue concebida en Groenlandia!

Qué menos, pues, que ponerle el nombre de la nieta al parto del abuelo.


Edito: resulta gratis e inevitable sacarles parecidos a los bebés, pero cualquiera que haya visto a Javier echar una cabezadita en un sofá, con su particular forma de cruzar los brazos, tendrá muy claro a quién se parece la niña en la primera de las fotos.

domingo, 22 de marzo de 2009

vaya tela I


Cubrir de tela un SOF siempre da un poco de pena. Cubrirlo de lona de PVC color "gris submarino" da a ratos incluso un poco de rabia. Es un material bien poco agradecido. En su descargo se puede decir que es razonablemente translúcida para ser lona.

últimos toques

Estamos ya dando los últimos toques. Esto se va acabando. De hecho, la estructura ya está terminada y aceitada, a falta de alguna mano de barniz en los tableros que hemos decidido añadir a última hora para que se pueda pisar con más confianza.
Las ligadas de los largueros de banco han sido lo último.


A partir de aquí, toca la tela. Nos hemos procurado una lona de PVC, lo único que presumimos que va a aguantar el proceso de plegado. Teníamos la vana esperanza de montarla en una sola pieza, con uniones tan sólo en roda y codaste. De ahí el rollo de 250cm de ancho que descansa sobre el umiaq puesto panza arriba.


Pronto nos hemos dado cuenta de que no sería tan fácil. 
De todas maneras, nada nos quita la ilusión. Hemos hecho acopio de remos, y esto ya huele a mar!



miércoles, 18 de marzo de 2009

Nos vemos en Groenlandia!



Sonia, Chema y Javi, del equipo de Tierras Polares en Groenlandia, estuvieron en casa viendo el umiaq y tomándole medidas para organizar el transporte. 
Creo que les causó buena impresión nuestro trabajo. Buena gente: dinámica, profesional y entusiasta de su trabajo. 
Nos despedimos con un nos vemos en Groenlandia.
¡Qué bien suena eso!

jueves, 12 de marzo de 2009

Larramendi y otros dos

Me llegaron hace días las fotos que comenté en otro post del día en que presentamos el proyecto a Ramón Larramendi, poco antes de que partiera para otra de sus aventuras. Era en una conferencia sobre su gran expedición antártica y el público estaba formado, como no, por montañeros, que miraban sorprendidos a los dos tíos que se estaban sacando fotos con Larramendi mientras sujetaban la radiografía de un barco.


From umiaq

Largueros de pantoque

Leo en el blog de Pedro la que sin duda es la mejor traducción de lo que nosotros hemos llamado hasta ahora stringers: largueros de pantoque. Él se la atribuye a Xabier L., un prolífico adicto a la construcción de qajaqs, que lo leyó en algún sitio. Yo, cada vez más carpintero de secano, me rindo de admiración.
Cuando los largueros son realmente largos, la mejor manera de sacarlos de su tablón es con una sierra de disco portátil y una hoja estrechita:


Después basta pasarlos por una buena regruesadora. La de la foto es una Makita, una auténtica maravilla. Se puede graduar casi a la décima, no se acobarda con nada, es relativamente portátil y deja unos acabados de espejo. Sin duda, mi mejor compra en muchos años.



el retorno!

Demasiados días sin reportar novedades. El caso es que el tiempo se nos echa encima y andamos algo agobiados: a mediados de abril tiene que estar terminado para emprender su viaje y antes habremos tenido que probarlo y no tenemos resuelto el tema de la piel y ya llevamos gastados varios centenares de bridas de nylon en el proceso de construcción-deconstrucción... y nos olvidamos de sacarle fotos al proceso, y de actualizar el blog, y de que tenemos que fijar un día para la botadura!

Vamos a remediar, por partes, lo que se pueda:



Con ésta ilustramos el proceso de talla de una costilla. Hemos aprovechado para la foto una pieza que sobró, una muestra de dislexia, una a punto de redondear cantos y una terminada a falta de aceite. Por cierto, estupendo abeto.

Si se repite el proceso veinte veces se obtiene esto:



Visto de otra forma:


Aquí están ordenadas emparejando la ranura del larguero de bancos, el interior. Se puede observar que varían las longitudes en ambos extremos de cada costilla, en una medida que no se puede predecir fácilmente. Lo mejor es presentarlas todas en bruto habiendo hecho el encaje superior y el inferior (con sus ángulos variables marcados con el sistema de galgas de cartulina), marcar el encaje, desmontarlas para tallar el encaje y las formas, volver a montar, marcar el encaje del stringer exterior, montarlas para encajar ambos largueros y marcar encajes en roda y codaste...

Un momento del proceso, con las costillas y otras piezas "en bruto"

montar-desmontar, montar-desmontar, he aquí nuestro nuevo mantra.