lunes, 27 de octubre de 2008

Síndrome de Geppetto


Trabajamos, entre un cierto caos, a partir de unos planos de Petersen pero adaptándolos a nuestros antojos. Esto impica tomar medidas, calcular y dibujar las secciones inexistentes, y pasarlas a la escala de nuestra maqueta y someterlas a la aprobación de Nanook
El proceso hoy ha sido intenso, hasta el punto de terminar con muchas ganas de guardar el monigote en su caja.  "Síndrome de Geppetto", vaya
.

domingo, 26 de octubre de 2008

Umiacucho


Umiarluk viene a significar etimológicamente "un umiaq de poca calidad, falso, pequeño..." Se usa para designar un témpano de hielo que pueda servir como medio de transporte provisional. Me ha parecido que a Hopeless, que en su magnífico blog se muestra a menudo interesado por "los otros qajaqs", le podia gustar la idea.

Una de las múltiples dudas que va despertando en nosotros el proyecto es saber si, una vez en Groenlandia, los nativos van a considerar nuestra embarcación lo suficientemente digna para considerarla un Umiaq o si se va a quedar en Umiarluk.

sábado, 25 de octubre de 2008

Desde la base


Un umiaq se construye justo al revés que un qajaq, empezando desde la quilla (kujaaq). De hecho, el proceso empieza  por unir a la quilla las piezas que podríamos llamar la roda y el codaste (niutaaq). Conviene asegurarse de que queden perfectamente perpendiculares y firmemente unidas porque van a recibir bastantes tensiones. A continuación se tallan las costillas de fondo (nammik), con encajes para la quilla y los stringers de fondo (aku), y a la medida prevista para las líneas de agua deseadas. Se reparten a lo largo de la quilla teniendo en cuenta que van a servir para apoyar los pies al remar, por lo que se requiere haber planificado la posición de los bancos, longitudinalmente y en altura.

Muchos cálculos previos, y la sensación de que es fácil olvidarse algún detalle. Nos ha parecido oportuno empezar con una maqueta para ahorrarnos sorpresas cuando tengamos delante listones de siete metros. La verdad es que en pocas horas hemos aprendido mucho. Claro que contábamos con la inestimable ayuda de Nanook, nuestro  dummy particular, que lleva ya mucha experiencia acumulada en estos asuntos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Umiaq?


Cualquier búsqueda en la red da información suficiente como para entender de qué tipo de embarcación se trata. 
De entrada, no seduce. No tiene la altivez de un qajaq ni se le ve la fuerza de una trainera, por decir algo. Y sin embargo, hay algo de entrañable en esa embarcación. Ha sido el instrumento de largas migraciones por climas muy inhóspitos. Ha sido medio de transporte colectivo y a la vez refugio. Con ligeras variantes, se encuentra por todo el ártico. No hay el más mínimo alarde técnico en su construcción, es extraordinariamente simple aunque con algunos detalles un tanto intrigantes. Se le ha llamado "el barco de las mujeres", y con tal epíteto no es de extrañar que desde el mundo del kayak moderno, tan a menudo aquejado de un exceso de testosterona, no se le haya prestado la más mínima atención. Su lema no es en absoluto el del omnipresente "citius, altius, fortius".  En documentos antiguos se los puede ver transportando a toda una tribu, o sirviendo de barco nodriza a una pequeña flota de qajaqs, o cargados de focas hasta la regala, o transportando enormes cargas de leña (o lo más parecido a la leña que se puede encontrar en Groenlandia), o sirviendo de improvisada morada para toda una familia...
Una embarcación, en definitiva, ligera, versátil, funcional, capaz de adaptarse a su entorno hasta llegar a fundirse con su paisaje como el pueblo que la ideo, como en la foto (de JK, claro) que da entrada a este post.

martes, 21 de octubre de 2008

Un sueño

Un umiaq. Construir un umiaq en casa,  disfrutando del proceso junto a Javier Knörr, como tantas otras veces. Probarlo en el cálido Mediterráneo con una pequeña tribu de amigos. Desmontarlo para mandarlo a Groenlandia. Volver a montarlo allí, en el fondo de un fiordo, viendo pasar los témpanos de hielo, durmiendo en una tienda esquimal a tres horas del pueblo más cercano, con las mínimas herramientas,...

Hay que tener cuidado con los sueños. A veces se cumplen!