sábado, 21 de febrero de 2009

La "redondeadora"

Redondear a mano listones de siete metros da un poco de pereza. Un amigo intelectual lo ve muy simple: se impresionó en su momento con la regruesadora y al ver las bordas ya terminadas ha dado por hecho que me había comprado una "redondeadora". No es el caso, pero he conseguido convencer a mi hijo para que hiciera la función. No se le da mal. Con su ayuda, la cosa ha quedado así:

Tetris


Haber tenido una cierta experiencia con el tetris ayuda a la hora de encabir un umiaq a medio construir en un garaje habitualmente ocupado por una furgoneta, un kayak de strips, dos motos y varias máquinas encajadas en una estanteria repleta de mil tonterías.
El medio-umiaq cabe sobradamente puesto en diagonal en la pared. Una vez plano en el suelo ya no le sobra tanto:


A pesar de todo, hay cosas que no caben más que en el almacén de madera (léase balcón)



Haciendo equilibrios


Gran sorpresa. Los qajaqs se nos aguantaban en equilibrio sobre la quilla con facilidad para satisfacción nuestra. Lo interpretábamos como una confirmación de la simetría del qajaq, aunque parte del mérito era del arrufo. Nos ha sorprendido la tendencia del umiaq a hacer lo mismo, al menos de momento. Y aquí el arrufo es mínimo.

jueves, 12 de febrero de 2009

Problemas


(pinchar y arrastrar debajo de "solución" para verla)

Si en la fragoneta de la foto caben 8 personas y unas cuantas cajas de malacatones, ¿cuántos cabrán en el umiaq?
Solución:
Unos 12 insensatos y un puñado de focas

¿Cómo transportaremos el Umiaq para probarlo?
Solución:
Por carretera, irá encima de la fragoneta; por mar, debajo.

sábado, 7 de febrero de 2009

Ohmamiglú


No hay novedades esta semana. El socio se me ha fugado a su cita anual con los constructores de iglús. La asociación de constructores de iglús de Catalunya (sí, existe!) organiza desde hace bastantes años lo que empezó como una reunión de amigos y ahora es probablemente la mayor concentración de iglús del mundo. Javier está con ellos desde muy al principio. De hecho, quien primero me habló de JK fue Pau Valls, presidente de la asociación, al que visité buscando información sobre kayaks de strips. Pau Valls y Santi habían construído una canoa canadiense con esta técnica y me proporcionaron contactos muy útiles para mi primer proyecto. Un año después, gracias a otro Pau, conocí a Javier, precisamente el día del estreno del kayak. Y hasta hoy. 
En la foto, de este sábado, aparecen Ian, groenlandés, Jorg (?), alemán, y el Santi citado. Están trabajando en el enorme iglú que Javier se ha estado currando durante dos días, en solitario. Lo que queda por cubrir tiene el diámetro de lo que sería un iglú normal! 

Me he acercado hasta la Molina para colaborar un poco y hacerme pasar el mono (lo de hacer iglús engancha) después de haber recibido el año nuevo en nuestro primer mini-iglú, que construímos para la ocasión muy cerca de la mítica pared del Eiger:


El miércoles volvemos al trabajo!

domingo, 1 de febrero de 2009

Retoques estéticos


Javier ha pasado con gran rapidez del "pero si esto no se verá, que lo tapa la tela" al "es un momento, y queda más limpio" . Y así está, relimpiando una junta con una cuchilla de ebanista a la que le ha tomado verdadero cariño.
Por cierto, la pieza son casi cinco kilos de robusto roble y de iroko, menos lo que le quite Javier limpiando limpiando.

Dieta


Cuatro kilos de costillas.
Nos preocupa algo el peso. No tenemos una idea precisa de lo que pueda llegar a pesar. Nuestros cálculos son muy aproximados, con un márgen de error escandaloso, me temo. La tripulación prevista tendría que ser suficiente para portear el umiaq sin esfuerzo, pero en la práctica seremos dos para manipularlo, moverlo, armarlo, darle la vuelta... Hay que encontrar un equilibrio entre portabilidad y resistencia, lo que sin experiencia previa en este tipo de embarcaciones no es sencillo. De momento, optamos por estos perfiles en los travesaños de la base, que tambien están terminados.

clavijas


Compré este cepillo en un rastro, con el convencimiento de que nunca lo usaría. Se usaba para preparar superficies para la cola, ranurándolas. Me gustó por lo usado que estaba, me gustó mucho a pesar de  no tener la  cuña y estar enormemente oxidado. El vendedor le puso un precio exagerado, más acorde  a mi estado que al del cepillo. Lo restauré y lo guardé, como tantas otras cosas, hasta que le hemos encontrado una utilidad. Cuando buscábamos barra redonda de haya para nuestros qajaqs sólo encontrábamos barras ranuradas, para encolar, y ahora, cuando nos han hecho falta, no las hemos encontrado en ningún lado. Total, que hemos acudido a nuestra reserva de barras lisas y hemos desempolvado el cepillo, que se ha portado profesionalmente (como lo harán, una vez restaurados, los antiguos cepillos de molduras que me regalaron Carlos y Teresa. Mil gracias)
Con ello hemos terminado, por fin, las piezas de proa y popa con sus refuerzos.