El Hostel de Qassiarsuq es el centro neurálgico de las operaciones de Tasermiut (Tierras Polares en Groenlandia) Por aquí pasan la mayoría de viajeros en sus expediciones y desde aquí se coordina la complicada logística que permite a los diversos grupos completar sus viajes. Ha sido un privilegio contemplar de cerca, durante casi un mes, el buen hacer de sus responsables y colaborar en la medida de mis posibilidades.
El Hostel es además un foco de atracción para otros viajeros. No hay turismo anodino por estas tierras. Un par o tres de ejemplos: recayó en el Hostel un botánico danés que lleva casi 30 años estudiando la flora de Groenlandia. Quería echar un vistazo a un círculo de setas que lleva todo este tiempo controlando y que ahora tiene unos 100 metros de diámetro. Mantenía en su casa de Dinamarca 20 especies de fresas. Está escribiendo un libro que ha de ser la Obra definitiva. Normal, todo muy normal. A los pocos días llegaron dos ornitólogos daneses dedicados al estudio de los halcones peregrinos que llegan a la zona procedentes de América del Sur. Otros 28 años de estudios continuados y de trabajo minucioso, de anillamientos, de análisis de nidos, de escaladas... Buscaban refugio después de su fugaz encuentro con un oso mientras estaban acampados al otro lado del fiordo (el oso, un ejemplar joven, acabó sus días en este lado del fiordo, a unos 6km del hostel, a manos de un granjero. El oso goza allí de una consideración parecida a la del lobo aquí y éste estaba lejos de lo que es su hábitat consentido) Coincidí durante mi primera semana con un grupo de submarinistas madrileños. En sus immersiones extremas fijaron la posición del S/S Montrose, un carguero hundido durante la segunda guerra mundial mientras se dirigía a Narsarsuaq cargado de criolita, un mineral estratégico en su momento, para unirse a un convoy. En torno al barco se forjó, como no, una leyenda: se dice que lo perseguía un submarino alemán y que por eso embarrancó en unos bajos harto conocidos. Otra versión apunta a que el capitán lo encalló para no tener que alejarse de su tierra natal... Un país de intensas historias personales que se acrecientan con los años y con el clima.
Los nativos tienen tambien historias personales lo suficientemente intensas como para no sorprenderse por nada. Me fue dado conocer algunas de ellas gracias a Eva, danesa profesora de español, que tuvo un intenso contacto con las granjeras de la zona. Desvelarlas resulta tentador, pero sería desleal. De todas formas, alguno resume el tipo de actividades que observan en el albergue de Qassiarsuq rebautizándolo como "Crazyarsuq", que no es un mal resumen.
En este contexto, dos tipos construyendo un umiaq despiertan una cierta curiosidad, pero no alteran para nada el intenso y fugaz verano ártico.
From groenlàndia 09 |
1 comentario:
Tiene que ser increible poder compartir veladas con otras personas que coinciden contigo en un lugar un tanto apartado del "mundo civilizado".
Seguro que esas historias delas que no hablas formarán parte de la cultura no escrita del pueblo y sus habitantes.
Ahora también vosotros entrareis en ella.
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